Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.
Las chimeneas vierten su vómito de humoa un cielo cada vez más lejano y más alto.
Por las paredes ocres se desparrama el zumode una fruta de sangre crecida en el asfalto.
Ya el campo estará verde, debe ser Primavera,cruza por mi mirada un tren interminable,el barrio donde habito no es ninguna pradera,desolado paisaje de antenas y de cables.
Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,que viene de la noche y va a ninguna parte,así mis pies descienden la cuesta del olvido,fatigados de tanto andar sin encontrarte.
Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;me enfado con las sombras que pueblan los pasillosy me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.
Trepo por tu recuerdo como una enredaderaque no encuentra ventanas donde agarrarse, soyesa absurda epidemia que sufren las aceras,si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.
Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía y en la escalera me siento a silbar mi melodía.
grande joaquín
Verde domingo psicoactivo,
vagando en mi barrio perdido con el perro andaluz,
que de seguro ya habia caminado esa calle antes que yo
y me recitaba sus versos al fumar
1 comentario:
Gran verdad tu comentario..
Los años pasan, tan rapido que no hay tiempo ni para recordar lo sucedido en ese tiempo..
Cuanta melancolia, como esta triste y bella cancion..
Saludos !!
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